El ensanchamiento vaginal puede ser una consecuencia no deseada de los partos, envejecimiento o deterioro muscular. Los músculos se relajan y tienen poca tonicidad y fuerza y pierden autocontrol. Los diámetros interno y externo de la vagina se incrementan. Además, los músculos perianales pueden debilitarse y tener poco sostén.
Bajo estas circunstancias, la vagina ya no se encuentra en su estado fisiológico óptimo. Como resultado, el lado sensual de la satisfacción sexual se ve disminuido.
Según la investigación científica de Masters y Johnson, la satisfacción sexual está directamente relacionada con la cantidad de fricción generada.  Sin embargo, no es una solución para disfunciones sexuales, falta de interés o de orgasmos. El estrechamiento vaginal devolverá a los músculos vaginales su tonicidad y fuerza y puede llegar a devolver el control sobre los mismos.
Además disminuirá en forma efectiva los diámetros interno y externo (estrechamiento de vagina) así como también fortalecerá la zona perianal.
Existen distintos procedimientos para realzar la satisfacción sexual en las mujeres, que por el motivo que sea, carecen de una óptima integridad de la vagina. Se realizarán una evaluación detallada de signos y síntomas y un examen clínico antes de tomar la decisión de someterse a la cirugía. De existir alguna enfermedad o infección vaginal, esta será diagnosticada y tratada antes de someterse a la cirugía.
También habrá que tener en cuenta otras alternativas como los ejercicios de Kegel, terapias médicas y consejo psicológico. Si existieran síntomas urinarios, tales como incontinencia, la cirugía puede ser modificada y corregirlos al mismo tiempo.

La mayoría de las pacientes se siente muy contenta después de la cirugía de estrechamiento de vagina.   A menudo desean haberse realizado esta cirugía antes. La recuperación de la tonicidad muscular en la vagina puede mejorar significativamente su calidad de vida.