Es importante, antes de comenzar con cualquier tipo de tratamiento, tener una evaluación de fertilidad.
En caso de tener infertilidad, luego de realizar todos los estudios diagnósticos, se intenta una estrategia para aumentar la fertilidad en cada pareja. El tratamiento óptimo es el que permite realizar los procesos naturales. A veces, pequeños ajustes en la frecuencia y el momento de la relación llevan a lograr un embarazo (las pacientes son instruidas para poder identificar sus momentos más fértiles para tener relaciones sexuales). También, se puede llevar a cabo una inseminación artificial. Esto se hace si el problema es un número insuficiente de esperma. Entonces se obtiene una muestra de éste, se lo concentra por centrifugado y se lo mejora por medios químicos para hacerlo más potente. Luego, se introduce en el útero de la pareja. Existen algunos hábitos que disminuyen el número o alteran la forma de los espermatozoides como ser: el uso de medicamentos, alcohol, marihuana, exposición a altas temperaturas, por lo tanto se deben dejar de lado. La falta de ovulación puede tratarse con hormonas para producir una "superovulación" que puede luego complementarse con relaciones sexuales programadas o con una inseminación artificial u otras maneras de juntar el óvulo con el esperma. Otra metodología actual es la fecundación in vitro. Este término significa que se colocan, en el laboratorio, a los espermas y a los óvulos en un vidrio, y se los deja fertilizar. Luego de la fertilización el huevo o cigoto puede colocarse en la trompa de falopio por medio de una cirugía laparoscópica o se los deja evolucionar fuera del organismo y se los transfiere a los embriones directamente en el útero. Esta es una alternativa para quienes están buscando un bebé y no responden bien a la estimulación ovárica. Alguna de las ventajas de esta metodología es poder eliminar el riesgo de embarazos múltiples, reducir los costos y, además, muchas veces el óvulo resulta ser de mejor calidad que uno que fue estimulado. Uno de los últimos desarrollos en las TRA (técnicas de reproducción asistida) es la inyección intracitoplasmática del esperma. Este procedimiento microquirúrgico involucra la inyección de un solo esperma en el óvulo, permitiendo a los hombres con un conteo extremadamente bajo de esperma, ser padres.
En caso de tener un microorganismo que cause infertilidad (como el Ureaplasma) puede que sólo se necesite un tratamiento con antibióticos. Si se llega a tener una anormalidad uterina, tal como fibroide, pólipos, adherencias o una anormalidad congénita de útero, se le puede hacer una operación para corregir esto. En forma similar, las adherencias pélvicas pueden retirarse con una cirugía de láser, o las trompas de Falopio bloqueadas se pueden abrir de forma quirúrgica. Sin embargo, si se encuentra una enfermedad severa de trompas, el especialista puede considerar conveniente que la mujer no sea operada y vaya directamente a la Fecundación In Vitro. Si la causa de infertilidad es la endometriosis, estas lesiones pueden ser retiradas con cirugía láser, o pueden reducirse tomando medicamentos hormonales que suprimen la menstruación. Algunas veces, puede presentarse más de un factor de infertilidad, y puede ser necesario una combinación de terapias. O se puede realizar la terapia apropiada, pero sin éxito. Cuando la terapia convencional fracasa, la Fecundación in vitro es usualmente el único recurso a seguir. Algunas mujeres recurren a la maduración in vitro de óvulos. Se trata de una técnica muy reciente que se estima podría colaborar con el 40% de las mujeres con problemas de fertilidad.
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